Los Retos de las Niñas con Alta Capacidad
Aprendí que mis necesidades no eran tan importantes como las necesidades de los demás.
Aprendí que era mejor bajar la cabeza y pasar desapercibida.
Aprendi a esconder mis habilidades si quería ser aceptada por los demás.
Aprendí a no trabajar hasta el máximo de mis posibilidades, a riesgo de dejar de gustarles.
Aprendí a no volver a levantar la cabeza e clase, a no preguntar, y, si quería gustarle a los adultos, a no cuestionarles jamás.
Aprendí a no prestar tanta atención a los detalles, y que si lo hacía me verían “rara”.
Aprendí a no salirme de las normas, a trabajar según lo esperado y establecido.
Aprendi a fingir que los demás no podían herirme, aunque me sintiera muy dolida en mi interior (Leer mas.)